Un breve pensamiento (II) Una lágrima a tiempo lava las heridas del alma. Así que llorad, si os lo pide el corazón; pero también tened esperanza, pues las penas de hoy serán alegría mañana.
Ya están enlazados todos los poemas en el primer mensaje para que no tengais que buscarlos página por página
Una noche de placer Sitiado en lo mas hondo de tu lecho escuché esa leve respiración que deshizo toda vacilación. Decidido a dormir bajo tu pecho me acerqué a tu cuello sedoso, estrecho, y lo besé con toda mi pasión, ablandando tu duro corazón, quedando como nunca satisfecho. Y el tiempo se detuvo por tenernos unidos en placer e insinuación. Mi piel en tu piel, una noche vernos consiguiendo mayor excitación; descubriendo como uno a otro sernos dichosos hasta la última porción.
Whisky on the rocks Descendiendo gota a gota en el vaso rompía lentamente los pedruscos suave, suave, sin movimientos bruscos iba cayendo a tragos con retraso apurando los sorbos, dado el caso, acompañándolo con unos chuscos de un pan con mas años que los etruscos y buenos pedazos de queso graso. Ese aroma entre cebada y roble, tu fina dentellada en la garganta, te hace a mi medida el licor mas noble. Aunque sé que hay gente a quien le espanta consumido, con moderación doble, siempre podré afirmar que ésto me encanta.
Un último placer Apoyada la espalda al cabecero Te contemplo dormida satisfecha Tu rostro tranquilo nada sospecha Tranquilamente acerco el cenicero Encendido el cigarro que ahora quiero El humo se abre paso a mi derecha No será bueno pero me aprovecha Y me hace sentir un tanto altanero. Pienso en tí y admiro tus ojos negros Doy otra calada al cilindro rubio Y escucho en mi mente ciertos alegros De repente cae el sueño en derrubio Sobre mí, pero sé que tus consuegros Se enfadarán al ver arder el Vesubio. *** (así que lo apago y a dormir contigo)
Para Isabel Y Sonia Os veo, dibujando pensamientos, animándoos mutuamente, felices; comiendo como en los cuentos perdices, exaltando todos mis sentimientos. Y así son de bellos vuestros sarmientos como profundas son vuestras raíces; espero veros por siempre felices y que desarrolleis vuestros talentos. Permitidme decir estas palabras vosotras dos, reinas de la amistad: Siendo pastor olvidado entre cabras, descubrí de repente otra realidad; junto a vosotras, con abracadabras... imaginadme un marino: Simbad.
Ese primer beso Con la dulce mirada de una niña Acercándose a mis labios tu miel tu suave beso erizaba mi piel; y fue entonces nuestro amor una viña de uvas de placer. Mi barba lampiña daba buena cuenta de un doncel, que prometió serte por siempre fiel y lo cumplió cantando en tu campiña. Dichosos hemos sido en esta vida alegremente juntos hasta el fin. Cuando te marchaste, mi alma abatida una endecha compuso en mi jardín desolado. Siempre tendré prendida en mi pecho tu cuerda de violín.
No sabía de la existencia de este tema, me parece excelente, de muy buen gusto y calidad. Felicitaciones.
Permíteme meterme, ermitaño, en tu espacio de versos y de ripios aunque ya te confieso, en principio, que para mí rimar siempre fue extraño. Porque poco leí de poesía, tan solo algún cuarteto de año en año de esos facilones. Pero hogaño pretendo intentar, algunos días, cambiar, al escribir, verso por prosa, aunque me salga un bodrio de soneto como el que voy colgando. Y si la cosa me divierte, aquí me comprometo a no abusar de ciencia tan hermosa, a moderar mi impulso, a estarme quieto.
Bienvenido GALLEGOG1, gracias por tu felicitación. Bienvenido Espliego, gracias por tu soneto; me ha hecho gracia el ritmo y el encadenamiento. Aquí os espero, amigos, construyendo versos; pasaos cuando gusteis y de la poesía gocemos
por tí. (mas que título, es final) El frío canto del mochuelo trajo un recuerdo tuyo: la nieve, prendida en tu pelo rompió por fin mi yugo y empecé a llorar por tu anhelo. Y en mis lágrimas me hundo solo; sin tener tu consuelo voy hacia lo mas profundo de ese abismo, que sólo el cielo conoce, si me turbo...
Perseida Era mi noche calma silenciosa y llegaste tú, perturbando el sueño. Y allí quedeme yo, frunciendo el ceño, mirando al cielo, buscando una cosa. Esa estrella fugaz y luminosa cumpliendo el anhelo de ser tu dueño. Y tú, ama de mi corazón risueño, mi señora, mi amada, mi diosa. Y una estela brilló en el firmamento dando por fín a mi alma su contento, concediéndome todos mis deseos. Fue quizás ése mi mejor momento, soñando que vivía dentro de un cuento escuchando cantos, trinos y gorjeos.
Buenos Días Saludo tan feliz en mi mañana a esa luz del sol que me cobija, a la brisa suave por la rendija, que abre las cortinas de mi ventana a un mundo de color y alegría que en el crisol de mis ojos se fija en una visión perfecta, prolija en grandes esperanzas para el día que está por suceder; y que hoy espero que traiga paz y amor al mundo entero, que se rompan las cadenas en verdad; y que libres por fin de todo duelo quitemos de nuestros rostros el velo que oculta nuestro brillo en amistad.
Vuelve a soñar Demuéstrale al tiempo que se equivoca; que eres inasequible al desaliento, mástil invencible al poder del viento, torrente de vida que se desboca. Dale a tu ser una última esperanza y recoge otra vez cada fragmento de ese corazón roto en un momento y juntos, pésalos en la balanza. Descubrirás entonces la verdad y también quizás a tu alma gemela; escucha la voz, la profundidad del alma que te susurra y te vela; siente en tu corazón la inmensidad de un amor perdido que otra vez vuela.
Tu espíritu me da vida ¡Que no se apague nunca vuestra llama! ¡Que brille la luz que hay dentro de tí! Que a tu regreso puedas decir, ¡Sí! ¡Éste es el rincón que siempre me ama!. Vagando por caminos insondables recuperé todo lo que un día fuí y, sentándome a tu lado, sentí tus manos calurosas y amigables. Tus palabras sinceras me prendieron, tu aliento en mis desvelos me dio paz. Es tu fulgor como nunca ojos vieron, es tu pensamiento siempre sagaz. Son tus sonrisas como nunca fueron, y tus caricias alegran mi faz.