Re: ... de poetas, cuentos y leyendas Este cuento me encantó por el recuerdo de este héroe de dos mundos que tiene una bellísima historia José Garibaldi! Junio, 3 (Mañana es fiesta nacional) Edumundo de Amicis Hoy es día de luto nacional. ¡Ayer tarde ha muerto Garibaldi! ¿Sabes quién era? Es el que libertó a diez millones de italianos de la tiranía de los Borbones. ¡Ha muerto a los setenta y cinco años!. "Nació en Niza, y era hijo de un capitán de barco. A los ocho años salvó la vida de una mujer; a los trece sacó a salvo una barca llena de compañeros náufragos; a los veintisiete salvó de las aguas, en Marsella, a un jovencito que se ahogaba; a los cuarenta y uno evitó el incendio de un barco, en el océano. Combatió diez años en América por la libertad de un pueblo extranjero; lucho en tres guerras contra los austríacos por la libertad de Lombardía y del Trentino; defendió a Roma contra los franceses, en 1849; libró a Palermo y a Nápoles en 1860; volvió a combatir por Roma en 1867; guerreó en 1870 contra los alemanes en defensa de Francia. "Tenía en su alma la llama del heroísmo y el genio de la guerra. Entró en combate cuarenta veces, y salió victorioso treinta y siete. Cuando no peleó, trabajó para vivir, encerrándose en una isla solitaria a cultivar la tierra. Fue maestro, marinero, trabajador, negociante, soldado, general. Era grande, sencillo y bueno. Odiaba a todos los opresores, amaba a todos los pueblos, protegía a todos los débiles, no tenía otra aspiración que el bien, rechazaba los honores, despreciaba la muerte, adoraba Italia. "Cuando lanzaba el grito de guerra, legiones de valerosos corrían a él de todas partes: hubo señores que abandonaron sus palacios; obreros sus talleres; y jóvenes sus aulas, para ir a combatir iluminados por el sol de su gloria. En la guerra usaba una camisa roja. Era fuerte, rubio, hermoso; en el campo de batalla, un rayo; en los sentimientos; un niño; en los dolores, un santo. Miles de italianos han muerto por la patria, felices en la agonía, al verlo pasar a lo lejos victorioso; millares habrían dado su vida por él; millones lo bendijeron y los bendecirán. "¡Ha muerto!. El mundo entero lo llora. Tú ahora no lo comprendes. Pero leerás sus hazañas, oirás hablar de él continuamente en tu vida, y según vayas creciendo, su imagen crecerá ante tu vista. Cuando seas hombre; lo verás gigante, y cuando tú no estés ya en este mundo, ni vivan los hijos de tus hijos, ni los que nazcan de ellos, todavía las generaciones verán en lo alto su luminosa cabeza de redentor de los pueblos, coronada con los nombres de sus victorias, como si fuesen círculos de estrellas, y les resplandecerá la frente y el alma a todos italianos al pronunciar su nombre". Tu padre.
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas Juvenilia-Miguel Cané 17 CONOCIAMOS también en el colegio la existencia de un café clandestino, donde se reunían a jugar al billar, Pellegrini, Juan Carlos Lagos, Lastra, Quirno y Terry, a quien Pellegrini corría todas las noches hasta su casa, sin faltar una sola a esta higiénica costumbre. Los combates homéricos del mercado no nos eran desconocidos, ni las pindáricas escenas de la clase de griego, de Larsen, donde éste y su único discípulo, el pobre correntino Fernández, muerto en plena juventud, se disputaban la palma de los juegos Pythios, recitando con sin igual entusiasmo los versos de la Iliada. En la Universidad se sostenía calumniosamente que el sueldo de la clase de griego se dividía entre Larsen y Fernández, pero el hecho curioso es que Fernández, solo en clase, conseguía armar unos barullos colosales, respondiendo imperturbablemente a las imprecaciones de Larsen: “¡No soy yo!". Recuerdo que, más tarde, cuando fuimos estudiantes de derecho, Patricio Sorondo nos invitaba a entrar en masa en la clase de griego, como oyentes. Cuando Larsen leía algún verso, Patricio sonreía con lástima. Interpelado, aseguraba al buen profesor que su pronunciación helénica era de deplorable; que a lo sumo, sólo podía compararse al dialecto de los porteros de Atenas en tiempo de Pericles. Fernández se indignaba, y encarándose con Patricio le dirigía una alocución en griego que ni él mismo, ni Larsen, ni nadie entendía. La escena concluía siempre poniéndonos Larsen a todos en la puerta y encerrándose de nuevo con Fernández, que a todo trance quería saber el griego...
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas Juvenilia-Miguel Cané 18 LA pluma ha corrido inconscientemente; quería hablar del antagonismo entre porteños y provincianos, y heme aquí bien lejos de mi objeto. El hecho es que el nuevo vicerrector, por una u otra razón, decidió gobernar con un partido, sistema como cualquier otro, 2unque para él tuvo consecuencias deplorables. Creíamos entonces, exageradamente, que todos los castigos nos estaban reservados, mientras los provincianos (nosotros éramos del Estado de Buenos Aires) tenían asegurada la impunidad absoluta. Las conspiraciones empezaron, los duelos parciales entre los dos bandos se sucedían sin interrupción, hasta que la conducta misma de don F. M. justificó la explosión de la cólera porteña. Don F. M. nos organizaba bailes en el dormitorio antiguamente destinado a capilla, en el que aún existía un altar y en el que, en otro tiempo, bajo el doctor Agüero, se hacían lecturas morales una vez por semana. No fue por cierto el sentimiento religioso el que nos sublevó ante aquella profanación; pero como en esos bailes había cena se bebía no poco vino seco, que por su color reemplazaba el jerez a la mirada, sucedía que muchos chicos se embriagaban, lo que era no solamente un espectáculo repugnante, sino que autorizaba ciertos rumores infames contra la conducta de don F. M., que hoy quiero creer calumniosos, pero sobre cuya exactitud no teníamos entonces la menor duda. El simple hecho del baile revelaba, por otra parte, en aquel hombre, una condescendencia criminal, tratándose de un colegio de jóvenes internos, régimen abominable por si mismo y que sólo puede persistir a favor de una vigilancia de todos los momentos y de una disciplina militar. A la conspiración vaga sucedió una organización de carbonarios. Yo no tuve el honor de ser iniciado; era muy chico aún y pertenecía a los abajeños; es decir, a los que vivíamos en el piso bajo del colegio, mientras el alto era ocupado por los mayores, los arribeños. Nuestros prohombres lo habían organizado todo, sin dar cuenta a. la gente menuda. Pero yo tenía un buen amigo en Eyzaguirre, que tuvo la bondad de ilustrarme ligeramente. Mis relaciones con Eyzaguirre eran de una naturaleza especial; le incomodaba a cada instante, lo remedaba, le llamaba Del País, que era su aborrecido apodo, zumbaba a su alrededor como un mosquito, lo desafiaba, le echaba pelo de cepillo entre las sábanas, lo mortificaba, en fin, de cuantas maneras me sugería mi imaginación, tendida a ese solo objeto. Eyzaguirre era un hombre robusto, fuerte y bravo; más de una vez levantó el brazo sobre mí, pero vencía su generosidad ingénita, y comprendiendo que de un golpe me habría suprimido, lo dejaba caer ahogando un rugido, como Jean Taurea delante de Fifine. Sólo en una ocasión la cólera lo cegó; me dio a mano abierta un cogotazo que me tendió a lo largo, y antes que hubiere iniciado a patadas desde el suelo un estéril sistema defensivo, ya Eyzaguirre me había levantado en sus robustos brazos y llevado junto a la fuente para ponerme agua en la cabeza, preguntándome, con voz trémula por la emoción, si me había hecho daño. Tanta generosidad me venció, y sea por ese motivo o porque el primer cogotazo había roto el cómodo prisma de la impunidad, el hecho es que nos hicimos amigos para siempre. Aun hoy es uno de los hombres cuya mano estrecho con mayor placer.
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas CANCIÓN DE NAVIDAD" Charles Dickens Cuento I- El espectro de Marley Empecemos por decir que Marley había muerto. De ello no cabía la menor duda. Firmaron la partida de su enterramiento el clérigo, el sacristán, el comisario de entierros y el presidente del duelo. También la firmó Scrooge. Y el nombre de Scrooge era prestigioso en la Bolsa, cualquiera que fuese el papel en que pusiera su firma. El viejo Marley estaba tan muerto como el clavo de una puerta. ¡Bueno! Esto no quiere decir que yo sepa por experiencia propia lo que hay particularmente muerto en el clavo de una puerta; pero puedo inclinarme a considerar un clavo de féretro como la pieza de ferretería más muerta que hay en el comercio. Mas la sabiduría de nuestros antepasados resplandece en los símiles, y mis manos profanas no deben perturbarla, o desaparecería el país. Me permitiré. pues, repetir enfáticamente que Marley estaba tan muerto como el clavo de una puerta. ¿Sabía Scrooge que aquél había muerto? Indudablemente. ¿Cómo podía ser de otro modo? Scrooge y él fueron consocios durante no sé cuántos años. Scrooge fue su único albacea, su único administrador, su único cesionario, su único legatario universal, su único amigo y el único que vistió luto por él. Pero Scrooge no estaba tan terriblemente afligido por el triste suceso que dejara de ser un perfecto negociante, y el mismo día del entierro lo solemnizó con un buen negocio. La mención del entierro de Marley me hace retroceder al punto de partida. Es indudable que Marley había muerto. Esto debe ser perfectamente comprendido; si no, nada admirable se puede ver en la historia que voy a referir. Si no estuviéramos plenamente convencidos de que el padre de Hamlet murió antes de empezar la representación teatral, no habría en su paseo durante la noche, en medio del vendaval. por las murallas de su ciudad, nada más notable que lo que habría en ver a otro cualquier caballero de mediana edad temerariamente lanzado, después de obscurecer, en un recinto expuesto a los vientos -el cementerio de San Pablo, por ejemplo-, sencillamente para deslumbrar el débil espíritu de su hijo. Scrooge no borró el nombre del viejo Marley. Permaneció durante muchos años esta inscripción sobre la puerta del almacén: "Scrooge y Marley". La casa de comercio se conocía bajo la razón social "Scrooge y Marley". Algunas veces los clientes modernos llamaban a Scrooge Scrooge y otras veces Marley: pero él atendía por ambos nombres. Todo era lo mismo para él. ¡Oh! Pero Scrooge era atrozmente tacaño, avaro, cruel, desalmado, miserable, codicioso. incorregible, duro y esquinado como el pedernal, pero del cual ningún eslabón había arrancado nunca una chispa generosa; secreto y retraído y solitario como una ostra. El frío de su interior le helaba las viejas facciones. le amorataba la nariz afilada, le arrugaba las mejillas, le entorpecía la marcha, le enrojecía los ojos, le ponía azules los delgados labios; hablaba astutamente y con voz áspera. Fría escarcha cubría su cabeza y sus cejas y su barba de alambre. Siempre llevaba consigo su temperatura bajo cero; helaba su despacho en los días caniculares y no lo templaba ni un grado en Navidad. (continua)
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas Hola aqui dejo mi video sobre la leyenda del Ceibo Cariños susu
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas Muy bonita la leyenda del Ceibo. No la relacionaba con Anahí Aquí la dejo. Anahí Letra y música de José Osvaldo Sosa Cordero (Leyenda de la flor del ceibo) Anahí... las arpas dolientes hoy lloran arpegios que son para ti Anahí recuerdan acaso tu inmensa bravura reina guaraní, Anahí, indiecita fea de la voz tan dulce como el aguaí. Anahí, Anahí, tu raza no ha muerto, perduran sus fuerzas en la flor rubí. Defendiendo altiva tu indómita tribu fuiste prisionera Condenada a muerte, ya estaba tu cuerpo envuelto en la hoguera y en tanto las llamas lo estaban quemando en roja corola se fue transformando... La noche piadosa cubrió tu dolor y el alba asombrada miró tu martirio hecho ceibo en flor. Anahí, indiecita fea de la voz tan dulce como el aguaí. Anahí, Anahí, tu raza no ha muerto, perduran sus fuerzas en la flor rubí. Anahí, Anahí, Anahí flor guaraní No sabía que Aguaí, es una fruta, alimento sagrado guaraní, a la vez significa "lo que crece con la fuerza del río".. Encontré lo siguiente: En 1938 es nombrado - Jorge Luís Borges - auxiliar en la biblioteca municipal Miguel Cané, de la calle Carlos Calvo al 4300, en el barrio de Almagro. Es su primer trabajo estable remunerado. Borges recordaba que debido a la vecindad de la biblioteca con la esquina de San Juan y Boedo, muchas veces pasó por el café Homero Manzi… Borges recibe aquí el Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de escritores, institución de la que más tarde será designado presidente. Por entonces, la sede queda en la antigua casona de la calle México 524, que presidió el escritor Ezequiel Martínez Estrada. En 1969, Ernesto Sabato y Borges, entre otros, evitaron su demolición. Finalmente, en 1998, es rehabilitada como la Casa Histórica del Escritor y desde ese momento funciona como museo, ámbito de exposiciones y presentaciones de libros… Todavía no termino Juvenilia y otros escritos , pero los voy a leer. Chao ñañas, no estoy segura que significa, si hermana o tía, sería del mapudungun.
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas Uhhh chicas que maravilla Susu! anveri!!! que cosas más lindas traen!!
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas Bueno acá aparece Carlos Pelegrini quien fue presidente de la Repúbilca Argentina, el Dr. Norberto Quirno Costa, José A. Terry, Bonifacio Lastra; hombres que se desarrollaron en el parlamento, el gobiemo y en la vida política del país
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas Chic@s van algunos artículos que rescaté de los Antiguos diarios del archivo histórico Ya que menciona a quién admiro tanto, he leido sus memorias realmente son apasionantes. Voy a poner algunos artículos de José Garibaldi a quien con justicia le ha valido el apodo del Héroe de dos mundos! Julio de 1882 el diario Times publicó. Sr. editor del Times: "Se ha dicho que la familia Garibaldi tiene la intensión de pedir a un oficial inglés que poseedor de aquella reliquia, que la devuelva a fin de que pudiera ser presentada al Síndico de Roma, para su conservación en el Capitolio. Tengo permiso del coronel Chamber para decir, que inmediatamente de conocer por medio de la prensa, el deceo de las autoridades civiles romanas, de obtener ese recuerdo del gran patriota italiano, dirijo una carta al embajador, general Menabrea, poniendo a disposición de la Nación italiana; no solamente la espada usada por Garibaldi en todas sus campañas, y presentada al coronel Chamber al disolverse el Estado Mayor, después de la campaña de 1866, en la conclusión de esa guerra; sino también el standarte presentado a Garibaldi cuando era dictador de Montevideo (?), y la camilla manchada de sangre en la que el general fue sacado del campo de batala de Aspramonte." Su obediente servidor. H. Garland Mathieroe Capitán del 4º Batallón del Regimiento de Manchester. Junio 8 de 1882, United Service Club, London S.W
Re: ... de poetas, cuentos y leyendas Muchas gracias por sus posteos son muy motivadores! Me alegra saber que les ha gustado las leyendas subidas En cuanto pueda editaré más Cariños susu