Noticias de ciencia y agricultura

Tema en 'Varios temas de horticultura' comenzado por jlnadal, 22/1/10.

  1. jlnadal

    jlnadal tartessio y aprendiz

    Re: "Noticias de Ciencia y Agricultura"

    *


    cfp8.jpg

    ana0.jpg
    Un insecticida a partir de virus para combatir plagas de tomate y plátano


    w6fn.jpg



    Sistema de lucha contra las plagas mediante utilización de virus




    Se trata de un insecticida basado en una mezcla de virus, que de un modo natural atacan a diversos tipos de orugas pero no a las plantas. Es un modelo de creación de virus que hasta el momento no ha encontrado similitud en el mundo, pues no se trata de ingeniería genética



    Un grupo internacional de científicos en el que participa el doctor Trevor Williams, del Instituto de Ecología AC (Inecol) de México, desarrolló un modelo de mezcla de virus con resultados de gran impacto que han permitido enfrentar plagas en hortalizas y otras problemáticas en diversos cultivos, según ha podido saber Hortoinfo de fuentes de la Agencia de Investigación y Desarrollo (ID) de México.

    El grupo de científicos, integrado por españoles y franceses, encontró solución a los daños por plagas en hortalizas en el sur de España y las Islas Canarias. “Se trata -dijo Trevor Williams- de un modelo de creación de virus que hasta el momento no ha encontrado similitud en el mundo, pues no se trata de ingeniería genética.

    Trevor Williams explica que hace unos años una primera patente fue otorgada por el desarrollo de un insecticida biológico solicitado por una cooperativa de productores del sur de España para el control de Spodoptera exigua, una oruga que puede atacar a más de 60 especies de plantas cultivadas pertenecientes a 23 familias botánicas, muy conocida por los productores de hortalizas en invernadero.

    El bioinsecticida se desarrolló cuando el doctor Williams era parte de la plantilla de científicos de El Colegio de la Frontera Sur, en México, y se obtuvo la patente en el año en que se integró a Inecol, en el 2007. “Desarrollamos un sistema que ha funcionado muy bien. Fuimos al campo y aislamos el virus, después lo separamos en sus componentes genotipos (cepas ligeramente distintas por su información genética) [...], analizamos cada genotipo por separado, de manera que encontramos diferencias importantes en su patogenicidad, en su capacidad de producir virus en un nuevo huésped, y particularmente en su tiempo para matar”, dijo Williams.

    Una vez separados estos genotipos naturales se hicieron mezclas únicas de los mismos, que no existen en la naturaleza, y “a partir de ellas logramos diseñar un insecticida que tiene un tiempo efectivo para matar al insecto [...] Se crea con base en las necesidades que se tengan”. “No es ingeniería genética porque todos los genotipos son naturales no modificados; nosotros los mezclamos en proporciones no naturales con el fin de producir el mejor insecticida posible. Actualmente colaboramos para el control de una plaga muy importante del plátano en las Islas Canarias, la cual ataca a los frutos y no se pueden vender porque afecta su apariencia. También trabajamos para el biocontrol de una plaga del tomate para España, con posibilidades de traerlo a México”.


    Cóctel de virus



    Posteriormente, “se planeó la pregunta: en lugar de mezclar genotipos de virus, ¿qué pasa si se mezclan virus de diferentes especies?

    “En un cultivo hay presentes varias plagas de orugas que lo afectan y, de ellas, unas atacan las hojas y otras, el fruto. Lo que pretendemos hacer es producir mezclas de virus de cada plaga para crear un insecticida que pueda controlar dos o tres plagas al mismo tiempo”, detalla el secretario de Posgrado de Inecol.

    Cada una de las patentes ha sido el trabajo de tesis de doctorado de estudiantes, con el apoyo de colaboradores de la misma institución y de otras. La parte técnica, de investigación, de acuerdo con lo que refiere el doctor Williams, tarda unos tres años, y en ello se realiza trabajo de laboratorio, de invernadero, en campo abierto y luego la producción de laboratorio, que es la parte más costosa en la producción de un insecticida biológico a base de virus.

    “Una vez solicitada la patente se han publicado los resultados del desarrollo y hemos visto que el modelo de producir los virus insecticidas de esta manera es único en el mundo. No obstante, cuando otras universidades se den cuenta de lo que hemos logrado, de nuestros resultados, se adentrarán a buscar sus propios desarrollos”.



    Jose Luis
     
  2. jlnadal

    jlnadal tartessio y aprendiz

    Re: "Noticias de Ciencia y Agricultura"

    *

    cfp8.jpg


    Los microorganismos más hábiles para mantener la fertilidad del suelo



    uv53.jpg
    Felipe García Oliva, investigador de la UNAM.​



    Felipe García Oliva, investigador de la UNAM, explica en Salamanca su trabajo con bacterias que en condiciones extremas son capaces de obtener fósforo, un nutriente esencial para la vida


    JPA/DICYT
    El Instituto Hispanoluso de Investigaciones Agrarias (CIALE) de la Universidad de Salamanca ha acogido hoy una conferencia de Felipe García Oliva, científico del Centro de Investigaciones en Ecosistemas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) especialista en las relaciones entre plantas, microorganismos y nutrientes que permiten mantener la fertilidad del suelo. Su campo de trabajo es muy peculiar, el valle de Cuatro Ciénagas, en México, un terreno tan especial que ha llamado la atención de la NASA porque sus microorganismos podrían ser similares a los de Marte. Además, pueden dar las claves para mantener la fertilidad de los suelos cuando se agoten las minas de fosfatos.

    “El valle de Cuatro Ciénagas es un Parque Jurásico”, comenta Felipe García Oliva en declaraciones a DiCYT, “está en el Norte del país y se caracteriza por ser un sitio muy pobre en nutrientes”. Cuando se rompió el supercontinente Pangea, esta zona estaba debajo del mar. Al emerger, en estas tierras no entraron nuevos sedimentos y el resultado es que hoy en día predominan yesos y calizas, de manera que existe una gran carencia de nutrientes, especialmente, de fósforo, vital para el crecimiento de las plantas.

    Las peculiares características de la zona han permitido que se mantengan una serie de microorganismos muy antiguos, en especial, bacterias que interesan a la NASA para estudiar el funcionamiento, la fisiología y la genética de las que se podrían encontrar en Marte. “No es que las bacterias tengan millones de años, sino que su linaje es de hace millones de años, Cuatro Ciénagas es historia viva de la Tierra”, apunta el experto. Además, a pesar de la escasez de lluvias, el lugar tiene muchos humedales en forma de pozas que proceden de aguas subterráneas y albergan estromatolitos vivos, organismos del Paleozoico. “Hay una alta diversidad de microorganismos que se han enfrentado a condiciones extremas de clima y nutrición”, agrega.

    La investigación en este valle les permite entender a los científicos mexicanos los mecanismos que han desarrollado las distintas formas de vida para adquirir fósforo en un lugar donde no lo hay, además de ponerlo a disposición de las plantas y resolver los problemas de fertilidad de todo el ecosistema.

    “Hay una serie de bacterias que tienen la capacidad de descomponer moléculas de fósforo que son muy recalcitrantes, muy difíciles de romper”, como los fosfonatos, compuestos de fósforo y carbono. La acción de los microorganismos libera el fósforo, queda disponible para el ecosistema.

    Curiosamente, “los parientes más cercanos de estas formas de vida que se hallan en las pozas de Cuatro Ciénagas se encuentran en el Jurásico o en la actualidad en el océano”, destaca el científico citando expresamente el trabajo de Valeria Souza, también investigadora de la UNAM. Ahora, “nosotros hemos encontrado que varias especies de este valle también tienen la capacidad de obtener el fósforo a partir de esos compuestos”, lo cual resulta muy interesante con respecto a la fertilidad del suelo, ya que podrían utilizarse algunas cepas de las bacterias como biofertilizantes.

    Otros datos hablan acerca de la increíble adaptación de algunas de estas formas de vida a ambientes carentes de fósforo. Por ejemplo, una especie ha llegado a sustituir en su membrana celular los fosfolípidos por sulfolípidos, es decir, “ha sustituido el fósforo por el azufre y, como está en un ambiente derivado del yeso, que es sulfato de calcio, vive en un mar de azufre”. También han reducido la longitud de su ADN, que contiene fósforo, e incluso hay bacterias que en determinadas condiciones se convierten en depredadores de otras en busca del fósforo de su ADN.



    Cerca del fin de los fertilizantes fosfatados


    Analizar estas rarezas “nos ayuda a entender cuáles son los mecanismos que ha desarrollado la vida para enfrentar un problema de fósforo”, señala el científico de la UNAM. Esto cobra especial relevancia si se piensa en que los fertilizantes fosfatados se van a acabar al igual que ocurrirá con el petróleo, ya que muy pocos países tienen minas de fosfatos. “Necesitamos empezar a entender cómo estos microorganismos acceden a las fuentes de fósforo y, si somos capaces de utilizarlos, incrementaremos la fertilidad del suelo”, indica Felipe García Oliva.

    Sin embargo, el interés biotecnológico de esta investigación no se queda ahí. Los científicos han descubierto que estas bacterias también podrían ser la solución para eliminar ciertos herbicidas que, especialmente en Latinoamérica, se han convertido en un grave problema de contaminación y de salud.

    Este investigador de la UNAM conoce bien la capital salmantina porque hace 10 estuvo trabajando en el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (IRNASA, centro del CSIC), junto con el científico Juan Fernando Gallardo. En la actualidad, en España tiene una relación más estrecha con la Universidad de Santiago de Compostela.


    Potencian con bacterias el crecimiento de árboles frutales hasta en un 40%

    pinchad para leer...


    Investigan la capacidad fertilizante de diversos residuos orgánicos

    pinchad para leer...


    Un proyecto mejora la eficiencia de los fertilizantes

    pinchad para leer...



    Jose Luis
     
  3. jlnadal

    jlnadal tartessio y aprendiz

    Re: "Noticias de Ciencia y Agricultura"

    *


    logo.png


    El INTA desarrolló el primer fungicida biológico del país


    22dcc4.png

    Se aplica de forma directa sobre semillas y controla más del 40% de los hongos del suelo que afectan al trigo y otros cereales. Lo comercializará la empresa argentina Rizobacter.



    Por primera vez, los productores argentinos contarán con un nuevo bioinsumo para tratar las enfermedades fúngicas que afectan al trigo y otros cereales de invierno. Se trata de Rizoderma, un fungicida biológico desarrollado por científicos del Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola del INTA –Buenos Aires–, que permite controlar aproximadamente un 40% de los hongos fitopatógenos del suelo que reducen la emergencia de las plantas en el cultivo.

    Este producto, que se aplica de forma directa sobre las semillas, llegará al mercado de la mano de la empresa Rizobacter, con la cual el INTA firmó un convenio de vinculación tecnológica. De acuerdo con ensayos realizados por la empresa sobre campos de la región pampeana, tras la aplicación del biofungicida se registraron aumentos del rinde de unos 190 kilos por hectárea.

    A diferencia de otros productos de síntesis química, este bioinsumo evita que se elimine la flora benéfica del suelo.

    “La ventaja de emplear un producto biológico es que contribuye a restaurar el equilibrio del suelo”, dijo Laura Gasoni, la especialista de INTA que encabezó la investigación y que estudia el tema desde hace ya dos décadas.

    Para Gasoni, la función de este nuevo producto no es “destruir al patógeno por completo, sino limitar el daño que ocasionan los organismos fitopatógenos en el cultivo”. De ese modo, con esta aplicación, es posible obtener “una mayor emergencia de plantas ya que, normalmente, cuando los patógenos atacan en el estado de semilla, se observa una disminución del stand”, indicó la técnica.

    De igual modo, los ensayos confirmaron que la acción de los fitopatógenos correspondientes al complejo de Fusarium se redujo entre un 40 y 50% a partir de la aplicación del producto. “Un nivel aceptable”, calificó la técnica.

    Respecto de otros insumos semejantes disponibles en el mercado argentino, la especialista dijo que, si bien existen otros productos biológicos, éstos no son biofungicidas, sino biofertilizantes o bioestimulantes, que tienen como propósito favorecer el crecimiento vegetal.

    0ec7de.jpg
    Científicos argentinos presentaron un nuevo bioinsumo para tratar las enfermedades fúngicas que afectan al trigo y otros cereales de invierno.

    ¿Cómo actúa?

    Según explicó la especialista, el control biológico de fitopatógenos puede actuar por acción directa o indirecta. En el primer caso, el organismo benéfico ejerce “una acción antagónica” sobre los fitopatógenos”; en cambio, si la acción es indirecta, desencadena un mecanismo de defensa en la planta.

    En este caso particular, Gasoni señaló que este producto es de acción directa, por lo que permite “evitar el ataque del patógeno a través de distintos mecanismos de acción”. Por otra parte, sugirió realizar un tratamiento adecuado de las semillas previo a la siembra para “asegurar una mayor emergencia de plantas y mejor rendimiento”.

    En los ensayos en campo también, se comprobó la capacidad del biofungicida para complementarse con otros productos químicos de uso común en los cultivares de trigo. “En la mayoría de los casos, no se registraron incompatibilidades”, afirmó Gasoni.

    Un camino con buenos logros

    La especialista de INTA Castelar comenzó esta investigación sobre control biológico de fitopatógenos hace 20 años en el marco de su tesis doctoral. “En ese momento, el control biológico estaba en sus comienzos y no estaba difundida su aplicación”, recordó.

    Actualmente, Gasoni destacó que las investigaciones continúan, a partir de las experiencias en laboratorio y en campo con el fin de prolongar la eficiencia del producto.

    Asimismo, “hay proyecciones para extender el control biológico a otros cultivos como soja”, anticipó la técnica, para lo cual será necesario “aislar un organismo benéfico específico para el fitopatógeno a controlar y luego, desarrollar un insumo que lo incluya”.



    Jose Luis
     
  4. jlnadal

    jlnadal tartessio y aprendiz

  5. Blas Luis

    Blas Luis

    Mensajes:
    2.014
    Ubicación:
    Barbastro (Huesca)
    Re: "Noticias de Ciencia y Agricultura"

    Aconsejo abrir la revista que adjuntas del gobierno de la región de Aragón, porque viene una interesante manera de construir nidos de pájaros con meros tetrabreaks.

    Voy a fabricar alguno así.

    www.pedroenelrif.com